El TPS Es un trastorno complejo del cerebro que afecta la manera en que se experimentan las sensaciones; consiste por tanto en una falta de sincronización y/o regulación de los diferentes sentidos y su organización dentro de un comportamiento. El
TPS
puede
afectar
a
uno
o
varios
sentidos.
Algunos niños con este trastorno se sienten bombardeados por la información sensorial y la evitan. Otros, al contrario, parece que no se dieran cuenta de los estímulos que los rodean y se muestran indiferentes. Esto provoca que ya sea por exceso o por defecto, la información no se procesa de forma adecuada y la respuesta es por tanto incorrecta. Según algunos estudios se estima que entre el 60 y el 95 % de las personas con autismo presentan un TPS.
De todo ello se deduce que muchos de los problemas de conducta típicos en autismo tienen un origen puramente sensorial.
Para saber más sobre esto podéis acudir a AutismoDiario, Ocupatea o CEI.
Sólo queríamos mencionarlo en el blog para sembrar la semilla de la curiosidad en aquellos que aún no lo conocen,porque creemos que es un gran sesgo a la hora de tratar y valorar las conductas de las personas con autismo.
