Hoy os hablo de Todos menos uno, de Éric Battut (editorial Libros del zorro rojo). Otra de las joyas que nos traemos de la biblioteca. y de esas que a veces llegan a tus manos por un detalle muy simple; por el diseño de la portada, por el nombre, por una intuición… o como en este caso, porque los guisantes son la comida favorita de mis peques y pensé que les haría gracia.
Y luego resulta que lo abres y el primer texto que aparece es este:
en un jardín crecía una planta de guisantes. Se parecían unos a otros y vivían tranquilamente. Todos menos uno. Había un guisante que no quería ser como los demás.
¿La diversidad me persigue o soy yo que lo leo todo en esa clave? Sea como sea me gustó mucho y pensé esto va al blog de cabeza.
Es un libro facilito con poco texto, claro y unas ilustraciones bonitas. Y para mí una metáfora de aprendizaje y fructificación del mismo.
Este pobre guisante decide irse a un lugar donde ser diferente y adopta características positivas de otros seres con los que se encuentra.Una vez satisfecho con su cambio vuelve a casa pero… los demás no lo aceptan. El precio que hay que pagar a veces por ser diferente es alto, muy alto.
No os cuento el final para no hacer spoiler 🙂 pero el guisante no se rinde, y pone su semilla para que la diversidad sea un hecho en las futuras generaciones.
Y de regalo os dejo este vídeo de Tigriteando, con el cuento grabado por Bei y sus niñas. Para comérselas!
