El trabajo de mesa suele ser algo aburrido y monótono. En ocasiones hay que pasar por reforzar habilidades de manera muy estructurada para que puedan ser adquiridas, pero en otros momentos, los niños no necesitan tanto entrenamiento sino simplemente estar expuestos a las tareas y pasarselo bien.
Una idea que estamos aplicando con algunos peques (y que no ha funcionado también con otros) es realizar las demandas a través de juegos de mesa, pero con los más peques esto no sirve, necesitan algo aún más experimental, por lo que el siguiente paso ha sido plantear circuitos de “trabajo sensorial”
¿Cómo lo planteamos? Pues en la siguiente infografía podéis ver un ejemplo que esperamos que os sea útil.