No estoy segura de si es algo que tiene que ver con la gente que me rodea y los círculos (reales o virtuales) n los que me muevo, pero cada vez mas encuentro proyectos que vienen de profesionales que al ser padres se han dado cuenta de que el mundo en el que vivían no era tan chulo como podía parecer, que desde luego habitamos un espacio poco pensado para los niños y que ni de lejos los peques disponen de lo que realmente necesitan. Y así voy escribiendo posts, como el de la música molona, que hablan de recursos creados por padres y madres emprendedores.
Esta semana el #hoyleemos es para «Érase dos veces» ¿los conocéis? Así se presentaron los autores en su primer verkami:
Somos Pablo y Belén, creadores del estudio Cuatro Tuercas, de la marca Prepapá, de los cuentos Érase dos veces y padre y madre de Violeta y Nicolás. Somos soñadores, utópicos y luchadores. Nuestrxs peques nos inspiran para querer hacer de este mundo un lugar más justo, igualitario, corresponsable y libre. Creemos que el fin de la desigualdad entre mujeres y hombres pasa necesariamente por la co-educación. Y estamos empeñados en conseguirlo
Casi nada!
Van ya por la cuarta acción de crowfounding en la que aún podéis participar! . Empezaron con Cenicienta, Blancanieves y Caperucita, siguieron con La Bella Durmiente, Hansel y Gretel y la Sirenita, Los 3 cerditos, Pinocho, la Bella y la Bestia, y ahora quieren conseguir darle la vuelta a El patito feo, Rapunzel y la Ratita presumida.
Y que tienen de especial estos libros? Pues que están escritos con menos violencia y fomentando la igualdad, el respeto y la corresponsabilidad.
(pinchando en los enlaces podéis comprarlos por amazon 🙂
En una entrevista del blog “El alma y la lactancia al descubierto” los propios autores, Pablo y Belén, nos decían esto:
No nos gustan los que presentan a la mujer con un papel secundario, sumiso y esclava de su destino. Aquellos donde solo los hombres son valientes, los que tienen aventuras increíbles y siempre aparecen como rescatadores de princesas. Tampoco nos sentimos cómodos con aquellos que ponen a la belleza como valor supremo y al amor romántico como tabla de salvación para cualquier situación adversa.
Por supuesto que detestamos esos donde la violencia se normaliza, en forma de lobos malos, cazadores que abre tripas o madrastras que quieren matar por envidia.
Por último, también queremos desterrar la obediencia como valor absoluto. Es imprescindible que los niños y las niñas hagan las cosas por una cuestión de auto responsabilidad, no por miedo a un castigo o por obtener una recompensa. Y además es importante que aprendan a cuestionarse las cosas.
Así que no cometáis el error de regalarselos a las niñas para que no busquen al príncipe azul, regalarselos a los chicos para que entiendan que no es eso lo que necesitamos de ellos…