Reflexiones: Realzar lo positivo

No estamos acostumbrados a ver lo positivo.

No hablo de ser optimista, sino

• de reconocer que los avances aunque sean pequeños son avances;
• de observar los esfuerzos de los demás por adecuar su conducta a la nuestra;
• de darse cuenta de que el otro ha reaccionado mal, pero podría haberlo hecho peor.

Evidentemente estoy pensando en mis chicos y en sus críticos habituales: la tutora, el monitor, el compañero, algún familiar…

Esa gente que no es capaz de ver el lado bueno, el esfuerzo, el tesón, el control…

Llevo tiempo pensando en cómo es posible que en niños en los que yo veo un avance espectacular, aspectos  positivos en su desarrollo y muchísimo curro por su parte y el de su familia;  los demás vean un foco de queja, de críticas y de reproches.

Más allá de que me parece intolerable y lo hemos hablado otras veces, que un profesional le diga a un padre como criar a su hijo y qué debe hacer en su casa. Eso está claro, pero es que no es sólo eso, es que pienso… pero tu no ves la evolución? ¿cómo es exactamente el niño que tu quieres?

Y esa ha sido mi conclusión, que yo veo la parte positiva, el vaso medio lleno, no con un pensamiento infantil de que todo irá bien, sino con una idea adulta de valorar las cosas en su justa medida. No podemos criticar a un runner aficionado por no terminar una maratón, no está preparado para ello; pero si podemos reconocerle unos segundos de mejora en su marca, o unos kms más en el recorrido diario. Eso será lo que hará que su motivación se mantenga para seguir corriendo al día siguiente… o al menos así lo veo yo 🙂

¡Veamos lo positivo y celebremos cada paso aunque sea de hormiga!